Los mandalas se encuentran entre los más conocidos iconos budistas
del mundo y constituyen tesoros artísticos de esa centenaria tradición. Son, simultáneamente,
ejemplo de expresión artística y medio de espiritualidad de la comunidad
budista.
El estilo y significado específico de cada mandala se explica
según la época y la comunidad que lo realiza.
Pero todos tienen algo en común: muestran un orden circular con un
centro definido. Como iconos sagrados del budismo, pretenden recordar al espectador
de la santidad del Universo y del potencial espiritual del ser humano.
En el discurso religioso de la India , el término mandala se refiere a un área espiritual
o sagrada, a un círculo, a un diagrama concéntrico o a un grupo de objetos (formas
divinas y humanas, terrenales o cósmicas, ideas y símbolos) organizados en un
patrón reunido alrededor de un punto central.
En el mundo tibetano, los mandalas se usan para decorar y
santificar templos y hogares; en ritos de iniciación para monjes y gobernantes;
y como el foco de visualización del clero y de adoración por los feligreses,
así como para fines funerarios, acompañando al cuerpo del difunto durante la
cremación.
Los mandalas pueden presentarse en una variedad de materiales a
través de diversas técnicas artísticas. Pueden elaborarse con piedras
semipreciosas trituradas, pétalos de flores, arroz, piedra pulverizada (mármol,
etcétera), papel, textil, hilo, mantequilla y arena pintada. La tradición
establece las formas, tamaños y colores de este arte.
Los más conocidos por el mundo occidental son los mandalas coloridos
del Tibet y los mandalas de arena, elaboradas por monjes tibetanos. La
construcción de un mandala de este tipo lleva varios días y una vez terminada
se destruye, para demostrar la impermanencia de la vida.
Como el budismo viajó de la India a otras partes de Asia, la tradición de
mandalas
también llegó a Asia central, China, Corea, Japón y el sudeste
asiático, hasta Indonesia. Pero el arte de los mandalas floreció especialmente
en la rica atmósfera espiritual del Tibet. De ahí que la mayor cantidad y
variedad de mandalas los encontremos en la tradición religiosa tibetana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario